Por décadas se ha enseñado un liderazgo centrado en el ejemplo del Superior (LCES). Se exponen a continuación unas ideas que van en contravía de este dogma; aspectos del liderazgo como la motivación, la disciplina, la supervisión, el comando y control y la toma de decisiones son abarcados desde una óptica que se sale de la sabiduría convencional pero que hace parte de la experiencia del autor.

Este artículo tiene por objeto entregar una perspectiva innovadora de liderazgo, con una aproximación hacia un concepto de liderazgo centrado en la persuasión al Subalterno (LCPS) y no con énfasis en la idea repetitiva de que el ejemplo es la única manera de formar líderes.

Qué sucede entonces con los integrantes de una organización que carece de una supervisión directa y de un control estricto, bien sea por la ausencia física de un líder supervisor o  por poseer un jefe que  se ha apartado de los nobles principios Institucionales? Es un directivo cuyo ejemplo no es digno de seguir. Qué hacen los integrantes de esta organización? Son Subalternos entrenados a seguir el ejemplo de su Superior. Seguramente es una organización que por “falta de control” está destinada al fracaso.

Otro sería el destino de esta organización con “falta de control”, si sus integrantes hubiesen sido entrenados con un liderazgo centrado en la persuasión al Subalterno (LCPS). A través del LCPS, los Subalternos aprenden a seguir una motivación intrínseca, que tiene como enfoque una fidelidad irrestricta a los valores Institucionales.

La motivación intrínseca puede ser enseñada y aprendida; se fortalece con la voluntad propia de cada individuo.  En el LCES el Subalterno depende de estímulos como reconocimientos y felicitaciones para lograr una motivación positiva, es decir, que su motivación depende de factores externos, en este caso, de un superior que cumpla con el deber de entregar un reconocimiento al trabajo bien hecho.

“Un líder se asegura de que sus Subalternos se sienten empoderados cuando están debidamente capacitados para cumplir la misión, cuando saben que la tarea que van a cumplir va a tener éxito y cuando tienen la convicción necesaria para tomar las decisiones correctas.”[1]

Los Superiores que aplican un LCPS cuidan a sus Subalternos, se preocupan por inculcar en ellos los valores Institucionales, y a través del entrenamiento se aseguran de que estos  hayan sido arraigados, entienden que de esta forma se crea una cultura organizacional en la cual todos los integrantes conocen la importancia de hacer las cosas bien por convicción propia y no por el único hecho  de recibir un reconocimiento externo. 

En cuanto a la disciplina observada desde el LCPS se hace hincapié en el refuerzo positivo con oportunidad en los correctivos. Dentro del marco de una cultura de mejoramiento continuo, el Superior analiza y resalta lo que se ha hecho correctamente,  revisa las fallas presentadas para que inmediatamente sean corregidas, hace un acompañamiento cercano a su Subalterno, brindando una nueva oportunidad para que éste demuestre sus capacidades y pueda cumplir con los objetivos propuestos.

http://www.altumblue2050.com/wp-content/uploads/2020/05/matriz-de-liderazgo-persuasivo.pngMatriz de Liderazgo Persuasivo

Cuando se deja  de lado el enfoque persuasivo del liderazgo, se incurre muchas veces en destacar únicamente los errores de los Subalternos y en adoptar un refuerzo negativo a través de llamados de atención para corregir las novedades presentadas. En algunos casos estos refuerzos negativos por sí solos son contraproducentes ya que podrían convertir a los Subalternos en personas que centren su actuar en evitar consecuencias negativas y no en Subalternos propositivos cuyo actuar propenda a la búsqueda del éxito.

El Comando y Control es el medio a través del cual un comandante reconoce lo que es necesario hacer tanto en el campo operacional como en las actividades administrativas y verifica que se tomen las acciones oportunas. El LCPS propone un Comando y Control basado en la misión, asume que el planeamiento puede sufrir cambios y acepta el desorden y la incertidumbre, las comunicaciones son verticales y horizontales, el planeamiento es centralizado y la ejecución descentralizada, pero lo más importante es que todo el personal tiene un pleno conocimiento de la intención del comandante, y en este sentido el proceso de toma de decisiones tiene como prioridad atender esta intención del comando.

Con un LCPS, los comandantes Subalternos son autónomos en las decisiones  de la maniobra táctica, despliegan toda la iniciativa necesaria para cumplir con la intención del comandante, están entrenados para enfrentar y resolver situaciones de caos sin la supervisión directa del Superior.

Es fundamental preparar comandantes de pequeñas unidades con capacidad de toma de decisiones de carácter estratégico en el campo operacional, toda vez que la complejidad del ambiente táctico moderno incluye variables que definitivamente impactan el nivel estratégico y en la mayoría de los casos son los comandantes de pequeñas unidades los que sin presencia de un Superior, deciden y actúan.

La mayoría de unidades que enfocan un LCES, dirigen las operaciones a través de un comando y control detallado, en el cual la atención recae en el comandante del nivel superior quien dirige la maniobra táctica desde los puestos de mando. En este tipo de comando y control los comandantes Subalternos no toman decisiones que no sean autorizadas previamente por el comandante superior. La iniciativa y creatividad es limitada.

“The remaining vestiges of the ‘zero defects mentality’ must be exchanged for an environment in which all Marines are afforded the ‘freedom to fail’ and with it, the opportunity to succeed. Micro-management must become a thing of the past and supervision ~ that double-edged sword » must be complemented by proactive mentoring..”[2]

Los Comandantes de pequeñas unidades, responsables de las acciones tácticas que no reciben la preparación para actuar sin la supervisión directa del superior, quedan expuestos a vacíos de decisión al momento de actuar en escenarios  en los cuales se encuentren sin la observancia del Superior, en la práctica, estos escenarios son el día a día de las unidades desplegadas en las áreas de operaciones.

Es así como se infiere que más allá de “la falta de control” sobre una unidad, es la falta de preparación para actuar en un ambiente de caos sin la supervisión del Superior la que determina el destino de la misma.

Corresponde a cada quien definir su estilo de liderazgo. Los líderes tienen la valiosa oportunidad de configurar su equipo de trabajo con el mayor nivel de disposicion posible.  Es oportuno que se formulen las siguientes preguntas al asumir su reto de jefes de equipo

  1. Qué filosofía de liderazgo se propone en el equipo?
  2. Qué tipo de mentalidad requieren los miembros del equipo para el cumplimiento de la misión?
  3. Cuál es la cultura organizacional que se va a fomentar?
  4. Quá clase de Comando y Control se va a aplicar en el desarrollo del cumplimiento de las tareas?
  5. Cuál es el entrenamiento necesario para tener éxito en la ejecucion de las actividades del equipo?

Si bien es totalmente cierto que el ejemplo es una condición innegociable en un buen líder; un excelente líder aprende a basar su liderazgo en la persuación a sus Subalternos, preparándolos para que mantengan una motivación intrínseca sublime con una convicción propia que les permita tomar las decisiones acertadas en cada situación que se les presente por compleja que ésta sea.


[1] “When no one’s watching”, Scott Geller, Marzo 15 2010.

[2] “The Strategic Corporal: Leadership in the Three Block War”, Gen. Charles C Krulak, Marines Magazine, Enero de 1999.